Como en temporadas anteriores, en Semana Santa hemos realizado un viaje a los ríos del Atlas.
Dejábamos atrás un Pirineo extremadamente seco y no sabíamos que nos encontraríamos en Marruecos, pero para nuestra sorpresa los caudales estaban altos y se mantuvieron muy altos durante toda la estancia. Ayudó la borrasca que nos trajo incluso algo de nieve en altura.
Una de las características de los ríos del Atlas es que se ponen color chocolate cuando suben los caudales, cosa que impresiona y hace que parezcan más duros de lo que aparentan en un principio. Pero por otro lado ríos que con caudal medio/bajo pueden ser de 3º grado se convierten en un 4º sólido y continuo.
Como en la Península el tiempo estuvo revuelto durante la segunda semana pero no nos impidió disfrutar del ríos que estaban en condiciones ideales, con rápidos muy continuos y grandes olas y rebufos.
Como en otras ocasiones una gente, un entorno y unos ríos que hacen que siempre nos queden ganas de volver.
Las fotos molan.
¿Quién ha sido el fotógrafo?
Tiene muy buena pinta.